domingo, 1 de septiembre de 2013

El informe de la investigación

En la entrada de hoy vamos a hablar sobre el informe de investigación.

Empezamos afirmando que cualquier investigación sociológica que realicemos ha de culminar con la redacción de un informe.
Dentro de éste se encuentran desde la formulación original del problema, los objetivos de la investigación, hasta la interpretación de los resultados que se han obtenido sobre la investigación.

Cuando comenzamos a elaborar un informe, debemos empezar en primer lugar por los contenidos básicos del informe. En él debemos hablar detalladamente de todas las etapas que se han realizado en nuestra investigación, intentando ser en la redacción lo más objetivos posible.

A continuación, vamos a indicar cuáles son las fases que tenemos que seguir en la redacción del informe.

En primer lugar, hemos de incluir una introducción, ofreciendo una visión a grandes rasgos de lo que es  nuestra investigación y el interés social de nuestro problema de investigación.
El investigador determina y ambienta el problema de la investigación, dejando a la vez claro los objetivos e hipótesis principales en la investigación.
Lo que debemos conseguir con esta parte es informar cómo se encuentra ahora mismo el problema que estamos planteando, cuál es su situación actual, qué partes han podido resolverse y cuáles no por falta de estudios o medios.

En segundo lugar, la metodología, donde se van a retratar los puntos relacionados con el diseño de la investigación.
Se nombra cuál ha sido la estrategia que se ha seguido en el análisis del problema; se describen también las características y técnicas de la muestra y se describen también datos sobre las técnicas de obtención y de análisis de datos empleadas.
Es importante el explicitar todos los pasos que hemos seguido en la ejecución del proyecto de investigación.




En tercer lugar, los resultados, los cuales son los descubrimientos que hemos realizado a partir de la investigación. Debemos mostrar más importancia y centrarnos en aquellos resultados que consideramos más relevantes respecto a los objetivos de nuestro estudio.
Este apartado debe ser muy claro y conciso, pero sobre todo, objetivo.
El texto puede acompañarse de pequeños gráficos o dibujos que ayuden a entender estos datos.

En cuarto lugar, la discusión, apartado en el que tiene lugar la interpretación y relación de los resultados junto con las hipótesis iniciales.
También conviene incluir si poseemos suficiente información la relación de nuestros resultados, con los de estudios realizados con anterioridad.
En esta meditación quedarán resueltas algunas de las cuestiones que se plantearon en la introducción de nuestro informe. Pero hará muchas otras que quedarán sin resolver, haciendo notable las limitaciones del estudio, por lo que muchas veces se añaden propuestas de futuras líneas de investigación.




En quinto lugar, la conclusión, donde debemos resumir cuáles han sido los principales descubrimientos de nuestra investigación de una forma atrayente para el lector.
Se cuentan los hallazgos más importantes del estudio, dejando la oportunidad a futuras investigaciones que puedan resolver cuestiones sin respuesta de asuntos de la investigación.

Por último, la bibliografía, la cual tenemos que sacar de las referencias que hemos expuesto en nuestra investigación de otros estudios de interés con el mismo problema o relacionado con él. Estas referencias han de figurar en el texto como citas, con el primer apellido del autor, seguido de la fecha en la que ha sido publicada la obra, y todo esto, entre paréntesis.
En el último apartado de nuestro informe han de encontrarse las referencias bibliográficas completas de los textos que hemos consultado durante la investigación.






Fuente: Cea D'Ancona, M. Á. (1996). Metodología cuantitativa. Estrategias y técnicas de investigación social. Madrid. Síntesis. Capítulo 11.

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